El coordinador de piragüismo del CN Portitxol, Omar Calzón, analiza la evolución de los palistas

El piragüismo es un deporte olímpico que cuenta con destacados palistas de las Islas Baleares como son, Marcus Cooper o Sete Benavides, que han cosechado grandes éxitos por todo el mundo e incluso se han colgado más de una medalla olímpica.

Estos son solo algunos de los referentes que tienen los jóvenes piragüistas baleares, que comienzan dando sus primeras paladas en los clubs náuticos, esforzándose día a día para mejorar su técnica y conseguir su sueño de subir al podio. 

Para conocer mejor todo el proceso que siguen estas futuras promesas del piragüismo balear, el coordinador de la sección de piragüismo del Club Nàutic Portitxol, Omar Calzón, ha visitado los estudios de Pasión por el Mar y nos ha explicado, entre otras cosas, cómo un asturiano se enamoró de Mallorca y ha terminado dirigiendo al equipo de piragüismo del Portitxol. 

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“Yo trabajaba en Madrid en el SAR, con el helicóptero de Salvamento del ejercito de aire y nos trajeron una semana a Mallorca a hacer unos apoyos”, explica Calzón. Durante esa semana, salía a volar dos veces al día, viendo los parajes más increíbles de la isla. “Me enamoré y el último día dije que quería una plaza aquí, y hasta hoy” confiesa el también piragüista, ya que Omar viene de estar entrenando en Madrid, donde era presidente de un club y también coordinador de la Federación de Piragüismo de la comunidad. 

Atraído por este amor a Mallorca, Omar se mudó y comenzó a compaginar su profesión con su pasión ayudando en la sección deportiva del centro militar Es Fortí. “Cogí ese primer proyecto y, después, Salvado Miró, entrenador del Portitxol en aquel momento, me contactó porque necesitaba ayuda con el club”. 

De eso ya hace tres años, un tiempo en el que Omar ha podido ver cómo, bajo sus órdenes, los jóvenes palistas del Portitxol han evolucionado física y técnicamente. “Hay mucho trabajo detrás, pero en tres años los chicos cambian muchísimo” reconoce Omar, quien recuerda “cuando yo llegué Theo Wolff apenas sabía mantenerse en la piragua y ahora compite a nivel nacional”. 

Para conseguir esta evolución, Omar siempre intenta ponerse como ejemplo. “Ya que voy con ellos a las pruebas, aprovecho y compito también para dar un poco de ejemplo” asegura Omar, quien recuerda una vez que se le rompió la pala en una competición y tuvo que continuar remando con una cuchara. “Así ven que aunque la cosa está muy mal, no hay que pararse en medio de una regata” sentencia. 

Además, el Club Nàutic Portitxol ha hecho una inversión muy grande en cuanto a reformas de instalaciones del club, algo que según el coordinador de la sección de piragüismo “repercute positivamente tanto en el equipo de vela como en el de piragüismo”. 

De momento, la temporada “tiene luces y sombras” confiesa Omar, ya que los jóvenes palistas están obteniendo muy buenos resultados en la gran mayoría de competiciones locales y autonómicas y están sentando las bases para la próxima temporada estar en lo más alto de la Copa Balear.