A motor, a vela y ahora ¿en hidroavión?

Estamos muy acostumbrados a pasear por los pantalanes de cualquier puerto y que nuestro paisaje esté definido por infinidad de mástiles, fuerabordas y embarcaciones que aguardan pacientemente el momento de soltar amarras y salir a navegar, pero esta semana en el puerto de Palma nos ha llamado mucho la atención un nuevo inquilino que compartía pantalanes y espejo de agua con el resto de embarcaciones. Nada más y nada menos que un hidroavión de pasajeros.

Ante semejante hallazgo, sólo cabe una pregunta,  ¿Qué hace esto aquí? 

Nos planteamos entonces lo siguiente, ¿Es posible poder embarcar en un avión, pero en el puerto en lugar de ir al aeropuerto de Palma (Son Sant Joan)? La respuesta es afirmativa, aunque parezca inimaginable, realizar un vuelo desde el puerto de Palma hasta el de Ibiza podría ser una realidad en muy poco tiempo gracias a una empresa que ha realizado esta semana sus primeros vuelos de prueba en hidroavión para conectar las Baleares. 

Tras una inversión de más de siete millones de euros, siete años de duro trabajo planificando, negociando y convenciendo a las autoridades de Baleares, el proyecto de viajar entre islas en hidroavión parece haber visto la luz en Baleares, aunque solo haya sido por dos días y en “modo de pruebas”. Y es que, esta semana, concretamente el 5 y 6 de noviembre, el hidroavión de Isla Air Express ha estado amarrado en el Dique del Oeste del puerto de Palma, desde donde ha realizado sus primeros embarques y vuelos de prueba conectando Mallorca e Ibiza.

“Es una nueva tramitación, a nivel nacional no hay una legislación por lo que ha sido un proceso de aprendizaje para todas las partes” reconoce Toni Jiménez, representante de la empresa promotora, quien añade que “ha costado mucho llegar hasta este punto, pero una vez hemos llegado, todo ha funcionado como un reloj”. 

Estas pruebas han sido posibles gracias a la participación de diferentes entidades, asegura Jiménez. “Hemos tenido una colaboración espectacular de la Guardia Civil, y también de Puertos que han sido rápidos, eficaces y eficientes, además hasta desde Casa Real nos han facilitado sobrevolar el espacio aéreo restringido de la zona de Marivent”, explica Jiménez. Y es que las maniobras de despegue y aterrizaje de la aeronave requieren de una gran coordinación. Una vez están los pasajeros embarcados a bordo del hidroavión, se solicita a la torre de control aéreo del aeropuerto de Palma, permiso de despegue y se avisa al puerto de la maniobra de salida y despegue para coordinar la entrada y salida de grandes embarcaciones. Diez minutos antes del despegue, las embarcaciones auxiliares y los prácticos del puerto se ubican alrededor de una pista virtual, un área que se tiene ubicada y delimitada por geolocalización, por donde transitará y finalmente despegará la aeronave. 

Son muy pocos los afortunados que han podido vivir en primera persona esta experiencia de volar despegando desde el mar y amerizar en el puerto, tras un corto trayecto entre Mallorca e Ibiza de poco más de media hora, y es que estos hidroaviones tienen capacidad para transportar hasta 21 personas, 19 pasajeros y dos pilotos. Estas limitaciones de plazas haría pensar a más de uno, que una vez se inicien los vuelos regulares, estaremos hablando de un servicio exclusivo y solo apto para los bolsillos más selectos, ya que los precios de los billetes serán desorbitados, pero lo cierto es que según nos han indicado, volar de la capital mallorquina a la Pitiusa mayor, costaría casi lo mismo desde el puerto de Palma que desde el aeropuerto. “Es aproximadamente el precio de billete de cualquier aerolínea con su descuento de residente. Hablamos de unos 30€ por trayecto” asegura Jiménez.

El principal objetivo de la empresa es crear una nueva línea aérea que conecte las Islas Baleares. Para lograrlo, además de comprar dos hidroaviones, se ha contado con un gran equipo de trabajo “Hemos traído a los mejores, a pilotos experimentados, especialistas en hidroaviones, equipo de mantenimiento de aviones, mecánicos…” reconoce. Y una empresa mallorquina y otra ibicenca expertas en construcción de pantalanes, han sido las encargadas de armar toda la infraestructura donde ha estado amarrada la aeronave y desde donde han embarcado el pasaje invitado. Unos muelles provisionales que se desmontarán a partir de hoy, ya que este jueves, 7 de noviembre, a las 12h, el hidroavión despegaba rumbo a Marsella, donde tiene su base. “En cuanto el avión despegue, tanto el puerto de Ibiza como el de Palma quedarán como estaban, como si no hubiéramos estado aquí”. 

Además, estas operaciones aéreas entre islas podrían ampliarse a la península, ya que según adelanta Jiménez, “ya está muy avanzada la posibilidad de hacer pruebas de vuelos  en los puertos de Barcelona y de Alicante”.

De momento, tras estos dos días de pruebas, llega el momento de analizar, estudiar la viabilidad del proyecto aquí en las Islas y esperar la autorización de las autoridades portuarias y aéreas para ver si todo sigue adelante. La conclusión de la empresa es rotunda, “la logística en Palma es magnífica y en Ibiza nos gustaría estudiar otras ubicaciones posibles para poder realizar las operaciones de despegue y aterrizaje con total tranquilidad y seguridad”.