El alcalde de Calvià, Juan Antonio Amengual ha expuesto este jueves 21 de noviembre las estrategias de conservación medioambiental y su relación con el turismo y la actividad económica aplicadas en el municipio. Lo ha hecho durante su intervención en la mesa Guardianes del Litoral en el marco del SUN&BLUE Congress que se celebra en Almería.
¿TE HA GUSTADO ESTE CONTENIDO? PUES... ¡TIENES TODOS NUESTROS PROGRAMAS COMPLETOS AQUÍ!La segunda edición del SUN&BLUE Congress se celebra en el Palacio de Exposiciones y Congresos Cabo de Gata – Ciudad de Almería. Se trata del encuentro internacional más importante de turismo azul que llega a España con la participación de 900 asistentes de 21 nacionalidades, 169 ponentes, 36 mesas redondas, 11 conferencias y una programación de actos paralelos. El turismo azul se define como un enfoque turístico que prioriza la conservación de los ecosistemas marinos y costeros, al tiempo que promueve el desarrollo sostenible de las comunidades locales. Esta estrategia no solo busca reducir el impacto ambiental del turismo, sino también revalorizar la riqueza cultural y natural de los destinos costeros.
La intervención del alcalde se ha basado en los ejes principales de la gestión municipal de las playas y el litoral: la adecuación de los servicios en las playas a la oferta turística responsable y al buen uso de los ciudadanos; el vertido cero y la apuesta por la regeneración de aguas; la lucha contra con los microplásticos que acaban en el mar; la concienciación, apuesta por el voluntariado y colaboración con otras instituciones entidades sociales y empresa privada; y la gestión de la posidonia en el litoral.
Calvià lleva dos años revalidando las 15 banderas Q de Calidad Turística otorgadas por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE). Es el tercer municipio de España y el primero de Baleares. 1 de cada 5 kilómetros de playas de Mallorca reconocidos con la Q pertenecen a Calvià.
Este año se ha comenzado con la eliminación de elementos de motor en las playas. A excepción de la playa de Magaluf, en el resto no se permiten actividades lúdicas con embarcaciones de motor como las populares bananas o el arrastre de paracaídas con lancha.
También se han rebalizado las playas para aumentar la zona de bañistas de los 90 a los 200 metros, el máximo permitido por la ley. En dichas zonas no se permite el fondeo de embarcaciones. Las boyas están equipadas con anclajes ecológicos para cuidar el lecho marino.
En Calvià se aplican los más exigentes protocolos de limpieza de posidonia a través de la empresa pública Calvià 2000. Se trata de un procedimiento que busca preservar al máximo el entorno, retener la arena en las playas y garantizar el ciclo natural de la posidonia. En la campaña del año pasado se retiraron 4.600 toneladas de posidonia que se guardaron en carpas municipales. Una vez seca, el peso bajó a 2.600 toneladas que fueron repuestas en las playas tras la temporada turística.
Tan solo en la ERA (estación de regeneración de aguas) de Santa Ponça se pueden ahorrar hasta 10 millones de litros de agua al día. Tiene la capacidad de producir más de 20.000 metros cúbicos de agua regenerada, de los cuales 10.000 (calidad 1.1) son aptos para el riego de jardines privados, parques, limpieza de calles, cisternas de WC y campos deportivos, y el resto (calidad 2.1) para campos de golf y riego agrícola. Ello supone una capacidad de regenerar el agua residual producida cada día por una población de 118.000 habitantes. Todo el uso de agua regenerada se traduce en ahorro de agua potable de la red ordinaria. La red de aguas regeneradas se halla en constante expansión.
Calvià cuenta con una red paralela de agua regenerada de 55 kilómetros que atraviesa el municipio, lo que permite el riego de zonas verdes públicas. Sólo en el eje longitudinal del municipio, el Paseo Calvià, se cuenta con una red de 24 kilómetros para el riego de 100.000 metros cuadrados.
Se trabaja en el proyecto de ampliación de 17 kilómetros más con un presupuesto que supera los 4 millones de euros aportados por la ITS (Impuesto de Turismo Sostenible). El objetivo es llegar a los 914.000 metros cuadrados regados con agua regenerada.
Otro de los aspectos en los que Calvià ha marcado la pauta en cuanto a innovación es la preocupación por el problema de los microplásticos que llegan al mar afectando al medioambiente y a la cadena trófica. La Comisión Europea ha fijado un plazo de ocho años hasta 2031 para que no haya más campos de fútbol de hierba artificial con el sistema actual. Se deben sustituir con materiales alternativos que no sean perjudiciales.
El campo Julián Ronda de Costa d’en Blanes, es el primero de Baleares y tercero de España equipado con esta tecnología sostenible y respetuosa con el medioambiente. El nuevo césped artificial es de última generación. La principal novedad es que incluye un colmatado orgánico de maíz granulado, en lugar de hacerlo cómo se hacía hasta ahora con microplásticos. El granulado de maíz resulta biodegradable es inocuo en el caso de llegar al mar.
Diseña e implementa un sistema de gestión en la ciudad que permita disponer de los datos necesarios para obtener información estratégica que ayude a conocer y a comprender el comportamiento del visitante, y entre otros aspectos, analizar la posible evolución de la actividad turística tanto por parte de la oferta turística, como de la demanda turística y de los mercados.
Se firmó el protocolo en 2022 y actualmente se encuentra al 85% de su implantación. Está presupuestado en 4 millones de euros de los cuales el 60% corresponde a fondos Next Generation y el 40% al Ayuntamiento.