Una nueva edición del Palma International Boat Show ha comenzado. Del 27 al 30 de abril, más de treinta mil personas pasearán por el Moll Vell de Palma descubriendo las últimas novedades del sector y las embarcaciones más espectaculares e innovadoras del mundo.
MANTENTE PUNTUALMENTE INFORMADO DE LO QUE HACEMOS Y RECIBE NUESTRO NEWSLETTER.Con esta, ya son 39 las ediciones que se han celebrado del salón náutico de Palma. Un evento con mucha historia, que siempre ha estado muy ligado al sector y que, poco a poco, con los años se ha ido consolidando dentro del panorama internacional.
El director de la feria, Chema Sans, ha visitado los estudios radiofónicos de Pasión por el Mar para contar a nuestros oyentes cómo fueron esos inicios del salón náutico y cómo ha ido evolucionando a lo largo de los años hasta convertirse en un evento de referencia en el sector.
Escucha la entrevista completa al director de la feria náutica, Chema Sans, en el siguiente enlace.
La primera feria náutica tuvo lugar en 1984 en Alcudia. “Aprovechando que se estaba construyendo Alcudiamar, se decidió que era un buen entorno para promocionar la marina que empezaba a construirse y que apuntaba que sería una pieza muy estratégica en esa zona de la isla” explica el director de la feria, Chema Sans, quien recuerda que toda esta idea surgió de una patronal náutica recién creada y hoy en día ya consolidada como es AENIB. “Había un tejido empresarial pequeño en Baleares, pero muy creativo. Había empresarios muy buenos, gente con ganas de hacer cosas y surgió de ahí de la asociación que es ahora AENIB” recuerda Sans.
Ese proyecto innovador y experimental resultó ser todo un éxito y un modelo a seguir para otras ferias náuticas del momento. Y es que en Mallorca fue la primera vez que se expusieron embarcaciones sobre el mar, ya que en esos tiempos todos los salones náuticos se celebraban en tierra, en grandes naves, con moqueta y las embarcaciones luciendo bajo los focos del recinto. “Fue una auténtica revolución, no se hacía prácticamente ningún salón del mundo con barcos en el agua” reconoce Sans quien recuerda que “tirar los barcos al agua llamó mucho la atención, incluso hay quien decía que no tenía futuro, ya que nadie se iba a atrever a tirar barcos nuevos al agua”.
En 1985 el salón se trasladó a Palma, concretamente al dique del Oeste, en la Estación Marítima número 4. “Ahí se montaban cuatro pantalanes flotantes muy grandes y ya había 100 o 110 embarcaciones en el agua” asegura el director de la feria.
Aunque esa fue la ubicación del salón náutico de Palma durante muchos años, tuvieron que mudarse de nuevo ya que las condiciones marítimas de la zona no eran las mejores para celebrar una feria náutica. “Era un sitio muy abierto al Levante y cuando hacía mal tiempo era complicado” explica Sans.
Finalmente, a principios de los 90, el salón náutico se celebra en el Moll Vell de Palma. “Se encontró este espacio donde se hace actualmente, pero estaba muy degradado. Por ello, se llega a un acuerdo entre el Govern balear y la Autoridad Portuaria de Baleares para renovar ese espacio e incorporar la feria” comenta Sans.
Desde su creación, el objetivo de la feria náutica ha sido poner en el mapa a Baleares como un destino náutico y dinamizar el tejido empresarial. Con ese fin se ha trabajado durante los últimos casi 40 años, asistiendo a eventos internacionales, promocionando el destino y el sector industrial por todo el mundo.
Gracias a este trabajo, con los años la feria se ha ido profesionalizando. “Mi trabajo en todos estos años ha sido intentar que la feria realmente fuera una herramienta para el sector y tuviese un rendimiento” afirma Sans quien reconoce que “la feria tiene que estar hecha exactamente a la medida de lo que quiere el sector, sino no funciona”.