Los buques de las dos empresas españolas con cuota de cerco ya están en aguas de Baleares, y hasta el 1 de julio podrán capturar sus cuotas, aunque es previsible que dada la abundancia acaben mucho antes su faena.
MANTENTE PUNTUALMENTE INFORMADO DE LO QUE HACEMOS Y RECIBE NUESTRO NEWSLETTER.Ricardo Fuentes -con puerto en Cartagena (Murcia)- y el grupo Balfegó -de L’Ametlla de Mar (Tarragona)- son las armadoras de la flota de cerco, la que tiene más capacidad, y aprovecharán también cupos de barcos de otras nacionalidades, que participan en sus campañas.
España es el país europeo que más rojo extrae, con 6.783,67 toneladas, asignadas por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat, en sus siglas en inglés).
La pesca de esta especie (migratoria) empezó en febrero en aguas de Canarias, en primavera comenzaron después las “levantás” en las milenarias almadrabas de Cádiz y ahora llega a su punto central; también tienen derecho a cuota las flotas de cebo vivo del Cantábrico, del Estrecho y buques artesanales mediterráneos.
El atún rojo es un caso de éxito en la gestión pesquera, pues hace años estuvo en un estado delicado y ahora es muy abundante, tras “sacrificios” para el sector y recortes en sus capturas, según recuerda a Efeagro el director adjunto de Balfegó, Juan José Navarro.
La firma cartagenera tiene una cuota de 4.700 toneladas y participará con 58 barcos, de los que 18 son cerqueros -tres son propios con cuota española y el resto de otros países-; aparte, esta empresa tiene almadraba.
Balfegó dispondrá de una cuota de 3.087 toneladas y navega con 33 barcos (españoles, franceses e italianos), diez proveedores de atún y 23 embarcaciones auxiliares; el grupo generará 300 empleos directos durante la campaña.
Los barcos llevarán sus capturas a los viveros para engorde, durante un plazo que oscilará entre los 3 y 12 meses, según Ricardo Fuentes. Japón, cuna del “sushi”, ha sido el destino tradicional del atún rojo, pero se han ido diversificando las exportaciones.
La campaña del atún rojo está controlada y se hace con biólogos y observadores a bordo y también en los procesos de traslado y en granjas, siguiendo los dictámenes de Iccat.