La inminente imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a los productos europeos está generando una incertidumbre en el sector náutico europeo y, por supuesto, en el balear.
MANTENTE PUNTUALMENTE INFORMADO DE LO QUE HACEMOS Y RECIBE NUESTRO NEWSLETTER.Y es que el estadounidense es un mercado muy interesante para la industria náutica, tanto por sus 140.000 km de costa, como por su gran población y afición a las actividades náuticas, lo que lo convierte en un destino muy interesante para astilleros y empresas de motores y accesorios náuticos.
Según los últimos datos publicados por la Comisión de Comercio Internacional de EE.UU. (USITC), España ocupa actualmente la posición 19 entre los principales exportadores de embarcaciones a EE.UU., con un crecimiento del 16,14 % respecto al año anterior, dato que incrementa su relevancia al estudiar el comportamiento y evolución de embarcaciones en España, que sigue a la baja desde hace dos años.
Ante este hecho, la European Boating Industry (EBI), de la que forma parte la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN) y por ende la Asociación Balear de empresas Náuticas, está tomando posiciones en relación con los aranceles que EE.UU. impondrá a las importaciones de acero y aluminio a partir del próximo 12 de marzo y las posibles contramedidas que la UE está considerando. Una guerra comercial que tendrá implicaciones en la industria náutica.
El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó este miércoles 26 de Febrero en la primera reunión de gabinete de su segundo mandato, que la Unión Europea «se formó para joder a Estados Unidos» y señaló que los aranceles previstos para el bloque comunitario europeo rondarán el 25 %. «Hemos tomado una decisión. La anunciaremos muy pronto y será del 25 % en general, para coches y otras cosas», recalcó Trump.
Cabe recordar que, en 2018, EE.UU. ya impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio de la UE por motivos de seguridad nacional. La Unión Europea respondió con aranceles de represalia sobre productos estadounidenses, incluidas las embarcaciones de recreo (gravadas al 25%). En noviembre de 2021, ambas partes acordaron una suspensión temporal de estos aranceles sobre embarcaciones estadounidenses, prorrogada hasta el 31 de marzo de 2025.
Si finalmente se aplican nuevos aranceles, provocarían un encarecimiento en los costes de producción de los astilleros europeos y, por ende, de las embarcaciones y productos europeos en EE.UU. que podría influir en las decisiones de compra de los consumidores estadounidenses y en la competitividad de las marcas europeas frente a otras procedencias.
Además, la UE podría incluir el restablecimiento o aumento de aranceles sobre productos estadounidenses, afectando nuevamente a la industria náutica, ya que las importaciones de embarcaciones y accesorios estadounidenses también se verían afectadas, con repercusiones para distribuidores en España que representan y comrecializan embarcaciones, accesorios y artículos fabricados en EE.UU.
Las Islas Baleares, a pesar de ser un hub náutico de referencia en Europa, no tienen una posición especialmente relevante en la exportación de embarcaciones de recreo, pero si de distribución de materiales para el refit y accesorios varios. Sin embargo, la posible imposición de aranceles podría afectar negativamente al crecimiento y la competitividad de las empresas de refit & repair, sobre todo de las grandes esloras.