Es una de las conclusiones extraídas de la jornada sobre la calidad del aire, que ha ahondado en las distintas metodologías de medición, alianzas entre administraciones, iniciativas impulsadas desde la APB o la contribución de la innovación y de las energías.
¿TE HA GUSTADO ESTE CONTENIDO? PUES... ¡TIENES TODOS NUESTROS PROGRAMAS COMPLETOS AQUÍ!Durante los últimos años, la preocupación de los grupos de interés de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) en relación a la calidad del aire y el impacto que pudiera generar la actividad portuaria en los puertos que gestiona ha ido en aumento, y este ha sido el objetivo de la jornada “La calidad del aire, una prioridad para nuestros puertos”.
Durante el encuentro, ponentes de reconocida experiencia han abordado el problema y la solución desde diferentes perspectivas, poniendo especial énfasis en la importancia de contar con recursos económicos y humanos suficientes para asegurar que los procesos de medición y control de la calidad del aire sean rigurosos y exactos, al objeto de poder obtener datos objetivos, fiables y serios sobre los que rendir cuentas y poder tomar decisiones estratégicas.
Así, el presidente de la APB, Francesc Antich, ha destacado las grandes cuestiones que preocupan al organismo público en materia medioambiental, como “la lucha contra el cambio climático y la contaminación o la defensa de la biodiversidad y de los recursos naturales”.
También ha destacado que el proyecto estrella en este contexto es la introducción del sistema de cold ironing en los puertos de Palma, Eivissa, Maó y Alcúdia. Así, los ferris se conectarán a la red eléctrica terrestre para su uso mientras estén amarrados a puerto con el objetivo de reducir la emisión de gases y ruidos generados por los mismos durante la espera y las operaciones de desembarque y embarque. Esta técnica constituye una alternativa para que los buques mantengan la maquinaria parada y la consiguiente eliminación del impacto sonoro y contaminante de los buques.
Manuel Vellón, responsable del sistema de monitorización de la calidad del aire de la APB, ha confirmado que los contaminantes principales estudiados son el dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y el material particulado. Los sensores de calidad del aire en el puerto de Palma proporcionan datos validados desde septiembre de 2019, y se ha podido comprobar que los resultados de contaminación están por debajo de los niveles que establece la legislación vigente.
Por otra parte, el director general de Energía y Cambio Climático, Pep Malagrava, ha presentado el convenio de colaboración entre diferentes instituciones en materia de calidad del aire de Palma, en el que participarán la APB y AENA, entre otros, “infraestructuras clave y esenciales en una comunidad insular, que suponen un 15% de la contaminación total de la isla, y a las que queremos dotar de estrategias para ser resilientes y reducir emisiones”.