Un equipo científico del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), la Universitat de les Illes Baleares (UIB) y la Universidad de Barcelona está llevando a cabo un estudio para determinar el efecto de las zonas de protección pesquera en la vida marina del canal de Menorca y evaluar si se ha beneficiado a las poblaciones de peces y su productividad desde que se declarasen en 2016.
¿TE HA GUSTADO ESTE CONTENIDO? PUES... ¡TIENES TODOS NUESTROS PROGRAMAS COMPLETOS AQUÍ!Desde 2016, existen dos áreas en las que se prohíbe el arrastre y ahora un equipo científico está estudiando la efectividad de la medida a bordo del buque oceanográfico Ramón Margalef. Durante 12 días de campaña, los científicos recolectaron muestras de organismos bentónicos y tejidos de diversas especies marinas en fondos de 50 a 80 metros de profundidad.
Los datos recabados permitirán analizar los aspectos como la salud, potencial reproductivo, crecimiento, alimentación y calidad nutricional de las especies en estudio.
Además, se investigó la movilidad y conectividad de las poblaciones de recursos pesqueros, incluyendo tiburones y rayas, mediante un experimento de marcaje y recaptura.
Estos muestreos se ampliarán a todo el archipiélago en la próxima campaña MEDITS, lo que permitirá estimar el alcance geográfico de una posible mejora en la productividad de las poblaciones de recursos en las zonas de protección pesquera del canal de Menorca.
“En el canal de Menorca, estas zonas protegen áreas consideradas hábitats sensibles y esenciales para los recursos pesqueros, prohibiendo la pesca de arrastre en su interior”, ha explicado el investigador del Centro Oceanográfico de Baleares del IEO y responsable de la campaña, Francesc Ordines.
“Nuestro objetivo ahora es comprobar los efectos de estas medidas tanto dentro de estas zonas como en el resto del canal”, ha apuntado el científico.