En menos de diez días la flota de la Versión Barcelona de la 34º edición de la Ruta de la Sal soltará amarras desde las instalaciones del Club Nàutic Port Ginesta rumbo al puerto de Sant Antoni de Portmany en Ibiza.
MANTENTE PUNTUALMENTE INFORMADO DE LO QUE HACEMOS Y RECIBE NUESTRO NEWSLETTER.A falta de menos de dos semanas para dar el pistoletazo de salida, previsto para el jueves 14 de abril, la Ruta de la Sal ha colgado el cartel de completo tras haber agotado el cupo de amarres disponibles en el puerto de Sant Antoni de Portmany, destino en Ibiza de las dos flotas que componen esta regata con salidas desde Barcelona y Denia.
El puerto de Sant Antoni de Portmany acogerá a grandes embarcaciones, como los que participan en la categoría alfa de la regata, dedicada a las embarcaciones más modernas, con diseño posterior a 2005. Entre los de mayor eslora podemos destacar el Peregrin Falcon de Peter Blackmore y el Flomali 2, patroneado por Alex Starring. En el rango de esloras medias, encontramos al ganador de la última edición, el Yellow Rose del holandés Marten Jan Ringers, el Rockall 7 de Christopher Opielok, el Bandido del armador Juan Carlos Otamendi Busto y el Yrcus, patroneado por Sergey Moskovskikh.
A pesar de los esfuerzos realizados por parte del Club Náutico y de Ports IB, el número de amarres disponibles para la regata en el puerto es cada vez más limitado, sobre todo en el rango de grandes esloras. “La captación de los grandes veleros requiere mucho esfuerzo por parte de la organización y tener que dejarlos fuera de la regata por falta de amarres representa un golpe difícil de asumir”, declara Enrique Curt, director de la regata, quién está convencido de que a través de la colaboración de los entes públicos: Consell d’Eivissa, Ajuntament de Sant Antoni de Portmany y Ports IB, se conseguirá revertir esta tendencia.
No hay que olvidar que la Ruta de la Sal está declarada como Evento de Interés Turístico Insular por el Consell d’Eivissa, lo que la convierte en uno de los acontecimientos turísticos deportivos de primer orden de la isla. Y es que la regata se ha convertido en una gran herramienta para promocionar Ibiza fuera de temporada y en un mercada estratégico, como es el turismo náutico-deportivo.