El navegante del Club Nàutic Sa Ràpita ha completado ya algo más de las 2.700 millas que separan la Palma de Guadalupe. Navega en solitario a bordo de un Mini de 6,5 metros y sin ayuda exterior.
¡SIGUE NUESTROS PERFILES EN REDES SOCIALES Y DISFRUTA DEL MAR EN TU MÓVIL!El regatista del Club Nàutic Sa Ràpita, José Linares, ha completado ya más un tercio del recorrido de la segunda etapa de la Mini Transat 2021 y navega en dirección oeste (281º) a unas 1000 millas de la isla de la Palma, de la que zarpó el pasado 29 octubre rumbo a Guadalupe, en el Caribe. Con una velocidad de 8,4 nudos, ocupa el puesto 30 en la clasificación de esta exigente regata transoceánica habiendo remontado 16 posiciones en menos de 40 horas gracias a la decisión táctica utilizada que le vio descender al sur para aprovechar la previsión de fuertes vientos. En la jornada en la que se cumplen siete días de navegación en esta segunda etapa, le quedan algo más de 1.600 millas para llegar a meta.
Linares navega a bordo del ‘Vamos, Vamos, un Mini de 6’5 metros de eslora, completamente en solitario, sin ningún tipo de comodidad en su interior y sin posibilidad de utilizar cartografía electrónica ni comunicación exterior, más allá de un parte meteorológico diario proporcionado por radio por la organización.
Tras una complicada primera etapa marcada por la dureza de las condiciones meteorológicas y episodios extremos cerca del Golfo de Vizcaya que obligaron a gran parte de la flota a buscar refugio en los puertos del litoral gallego, los 85 participantes que quedan de los 90 iniciales se encaminan a la ‘autopista de los alisios’ para completar esta exigente regata transoceánica.
Reparaciones
Tan dura fue la primera etapa que Linares ha tenido que realizar numerosas reparaciones en su embarcación para enfrentarse con solvencia a la segunda etapa. “Hemos tenido que dejar el barco en La Palma y volver a Barcelona, estuve en Palma mecanizando la caña y hemos tenido muchos problemas, hemos roto bastantes cosas” explica Linares.
Sea como sea, el navegante mallorquín está muy ilusionado con cumplir su sueño de completar una de las regatas transoceánicas más duras. “Aunque no ha sido fácil llegar hasta aquí, y he tenido que hacer un gran esfuerzo económico, personal y de tiempo, creo que cumplir este reto me va a compensar personalmente, porque es algo que llevo queriendo hacer desde niño”, reflexiona. “Y hacia el exterior, aunque no pretendo ser referente ni ejemplo de nadie, el hecho de que una persona como yo, que no ha destacado especialmente como navegante, que no es un fuera de serie y no tiene todas las facilidades del mundo, pueda lograr este sueño, dará ánimos a mucha gente para intentarlo si realmente lo quiere hacer. En cuanto al Club Nàutica Sa Ràpita, creo que es algo muy importante, porque su apuesta por el circuito ANSI de solitarios viene de lejos, y yo estoy aquí gracias a ello, así que el proyecto no es solo mío, también es del club”, sentencia.