Hoy ha arrancado en San Sebastián, el X Congreso Náutico que organiza la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), congregando a más de 400 profesionales del sector en el Kursaal.
¡SIGUE NUESTROS PERFILES EN REDES SOCIALES Y DISFRUTA DEL MAR EN TU MÓVIL!Tras la acreditación de los asistentes a esta décima edición del Congreso Náutico y la posterior bienvenida a cargo del periodista y presentador Quico Taronjí, que ha destacado el trabajo de las empresas asistentes al evento “sin vuestra participación y vuestras aportaciones, el sector no avanzaría”. Ha llegado el turno de hacer un balance de cómo está el sector náutico.
El director de Boot Düsseldorf, Petros Michelidakis, ha contextualizado la situación actual de la industria náutica a nivel internacional. En su conferencia “Los nuevos locos años 20 del siglo XXI: El contexto internacional de la Náutica”, Michelidakis ha explicado que el sector goza de buena salud y tiene muchas oportunidades de mercado de futuro gracias al trabajo de las empresas náuticas. “La situación ahora es la misma que nos encontramos después de una tormenta, pero somos navegantes, tenemos un don especial para solventar problemas” ha destacado Michelidakis.
Y es que, tras la pandemia, “la sociedad se dio cuenta de que ir en barco era seguro y aumentaron las reservas de embarcaciones de chárter. Todo el mundo quería formar parte de la comunidad náutica”. Un hecho que el sector náutico supo aprovechar, trabajando su marketing, ofreciendo mejores productos y servicios y escuchando las necesidades de sus clientes para adaptarse a la nueva demanda. Además, según Michelidakis este cambio de estrategia sirvió también para visibilizar el turismo náutico desde una perspectiva diferente a la de lifestyle.
El director de Boot Düsseldorf ha analizado algunos de los datos extraídos de las últimas encuestas realizadas durante la última feria náutica en la que la intención de gasto de los encuestados tanto en una embarcación como en una moto de agua se ha incrementado más de un 40% con respecto al año 2020. De esta forma, la gente estaría dispuesta a gastarse 226.366€ en una embarcación y 209.531€ en una moto acuática. “Hay un barco para todo el mundo. No hace falta comprar un superyate, puedes comprar un barco pequeño. Lo que tenemos que hacer es segmentar nuestros públicos” ha remarcado Michelidakis.
A pesar de las circunstancias de la guerra, inflación, falta de suministros… los datos apuntan a unas previsiones del sector buenas, siempre y cuando se trabaje en ciertos puntos como la apuesta por nuevos clientes, la creación de más marinas ya que no hay suficientes puertos deportivos, apostar por una mayor variedad de deportes acuáticos y ajustar la imagen de la navegación, no solo asociada al lifestyle. Además, en términos de sostenibilidad el sector necesita más apoyo del estado para encontrar soluciones.
Por su parte, el doctor en ciencias económicas, Santiago Niño-Becerra, ha hecho un balance de cómo ha evolucionado la economía en los últimos años y cuáles son las previsiones de futuro. Durante su ponencia “De la incertidumbre a las certezas económicas” Niño-Becerra ha pedido a los asistentes que se vayan con una idea clara de su ponencia “un número o una cifra no indica absolutamente nada. Es necesario trabajar con series cronológicas lo más largas posibles, para extrapolar tendencias y con esas tendencias establecer parámetros de comportamiento para el futuro.
Para comprender esta afirmación, Niño-Becerra ha hecho un repaso de cómo ha evolucionado la economía desde el año 1922 al 2027. Teniendo en cuenta esta tendencia económica el doctor en ciencias económicas ha sugerido al sector náutico que empiecen a pensar en que van a hacer a partir de 2025 para hacer frente a lo que se denominará “Nueva normalidad”. Una nueva era en la que la tecnología será la gran protagonista y las empresas deberán ser más flexibles, adaptarse a la situación y ser proactivos.