El equipo nacional de piragüismo cerró la Copa del Mundo de Hungría con seis medallas y el foco puesto en los Juegos Olímpicos de París. Esta Copa del Mundo vuelve a colocar a España como una de las potencias del piragüismo y deja abierta la puerta a soñar en grande de cara a la cita olímpica de París.
MANTENTE PUNTUALMENTE INFORMADO DE LO QUE HACEMOS Y RECIBE NUESTRO NEWSLETTER.El C2 500 masculino afrontaba la gran final con dos embarcaciones españolas y con un billete a París en juego. Tras una regata muy igualada, el premio fue para el palista del Reial Club Nàutic Port de Pollença, Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez, que se impusieron por décimas a la pareja formada por Tano Y Pablo. El mallorquín y el madrileño se han llevado el premio en los dos enfrentamientos directos de esta temporada y conquistan el sueño olímpico.
El K4 500 masculino resurgió tras el último mundial y se coló en el tercer puesto con un final muy ajustado por detrás de Alemania y Australia. El palista mallorquín Marcus Cooper y sus compañeros Saúl Craviotto, Carlos Arévalo, y Rodrigo Germade se han colgado el bronce en este Mundial, un premio que refrenda el trabajo realizado y que deja claro que son un claro aspirante de cara a París 2024.
El K2 500 masculino del mallorquín Marcus Cooper y Adrián del Río también conquistó la medalla de bronce tras una carrera que se decidió en la última tirada, entrando a dos centésimas del barco portugués. Aunque no están decididos los barcos de cara a París, esta prueba demuestra que España es un claro aspirante al metal en los Juegos Olímpicos.
El equipo español de kayak lo formarán seis deportistas: Saúl Craviotto, Marcus Cooper, Carlos Arévalo, Rodrigo Germade, Paco Cubelos y Adrián del Río. Todavía queda por ver cómo se formarán los equipos en el K2 500, pero las aspiraciones serán máximas.