Nacho Baltasar: “Sueño con ir a los Juegos de París”

La gran promesa del IQFoil balear no escatima esfuerzos ni sacrificios: ha ganado 17 kilos y aún le faltan ocho más para estar al nivel de sus principales rivales. Le gusta leer y se estresa si está más de cinco días sin ver el mar. El Trofeo Princesa Sofía puede ser su trampolín al equipo preolímpico español.

Esta es la segunda participación del regatista del Club Nàutic Sa Ràpita, Nacho Baltasar, en el Trofeo Princesa Sofía Mallorca by Iberostar en la clase iQFOiL M. Su objetivo es quedar entre los 25 primeros, lo que le permitiría acceder al equipo preolímpico por resultados. El año pasado consiguió el bronce en el mundial juvenil de la clase y ganó la Copa de España sub-19 de iQFOil. A sus 18 años sueña con competir en los JJOO de París.

El regatista del Club Nàutic Sa Ràpita, Nacho Baltasar, ha pasado de competir en la temporada anterior en dos categorías (sub-19 y sub-21), un hecho que según asegura “fue bastante estresante”, a entrenar con el equipo preolímpico por criterios técnicos. Y es que el sueño de este joven regatista es ir a los Juegos Olímpicos de París.

“Cada vez lo veo más factible” afirma Baltasar. “Si consigo estar entre los 25 primeros en este Trofeo Princesa Sofía, me quedaré en el equipo preolímpico por resultados. Este es mi objetivo” confiesa el joven de Sa Ràpita.

Para conseguir esa gran hazaña Baltasar se ha preparado a fondo durante los últimos meses. “Creo que la experiencia de tantos años navegando con diferentes entrenadores, como José Mayans, quien me ha aportado tantos valores, y el haber ganado unos cuantos kilos de peso, requisito indispensable en esta clase, son dos factores que me han permitido mejorar rápidamente” reconoce el “iqfoiler”.

Aunque el aumentar de peso no ha sido una tarea nada fácil para Baltasar. “Para mí ha sido realmente difícil aumentar de peso. Está siendo duro el tema del peso, porque a veces estás lleno y tienes que seguir comiendo; si te pasas, duermes mal, o si comes lo que no toca o dejas de ir al gimnasio, pierdes un par de kilos” explica el joven regatista. Al principio de su carrera hacia los Juegos Olímpicos, Baltasar pesaba 70 kilos, como cuando competió en su primer mundial, y ahora pesa 87 kilos, aunque espera alcanzar los 95 en el año olímpico, porque así lo exige esta clase.

Pero, además, para conseguir ese sueño olímpico, Baltasar tiene que hacer otro tipo de sacrificios, como estar lejos de casa y de su familia y amigos. “Ahora apenas salgo porque estoy concentrado en la competición y cuando llego a Mallorca, no me muevo de Sa Ràpita. Es mi sitio favorito” asegura. 

Al igual que otros deportistas de élite Nacho Baltasar tiene algún que otro ritual antes de competir. “Me gusta tener todo a punto, tanto el material como la ropa. Hablo con una amiga muy importante para mí. Me pongo nervioso, como todo el mundo. Quien diga lo contrario es que no le atrae competir. Me gusta esa sensación, porque una parte muy importante del éxito en una regata es saber cómo gestionar los nervios” explica.

Baltasar cambió la tabla de windsurf por la de IQFoil hace unos años. “Lo que más me gustaba del Windsurf es cuando planeaba y ahora todo el rato planeo. Así que para mí el iQFOiL es la clase perfecta” asegura. A pesar de que sus inicios en la navegación fueron a los 3 años, cuando su padre le recortó una vela para navegar en Windsurf, Baltasar estuvo navegando en Optimist de los 5 a los 13 años. “Justo después retomé el Windsurf sin foil y cuando iba a participar en el mundial, se canceló por culpa de la pandemia. Así que ya me pasé a la categoría iQFOiL” explica.

Y es que esta pasión por el mar y los deportes acuáticos le viene de familia. “Mi familia está enganchada al wingfoil, al windsurf… Tanto mis padres como mis hermanos mayores, uno de los cuales me entrena a veces cuando estoy en el Club Náutico de Sa Ràpita, son muy aficionados a este deporte” confiesa Baltasar.

Pero como todo joven de su edad, no todo en la vida de Nacho Baltasar es competición. El joven regatista reconoce sorprendido que a pesar de tener que compaginar sus estudios en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte con la competición le va “mejor de lo que pensaba”. Y es que, a pesar de pasar poco tiempo en la isla por los viajes, sus compañeros le ayudan mucho.

Ya durante el 2022 Baltasar tuvo que compaginar la competición con los estudios, ya que estaba cursando segundo de Bachiller. “Apenas pude entrenar, además estaba a caballo entre dos categorías con dos programas de regatas distintos” explica el joven “iqfoiler” quien está muy agradecido a la Real Federación Española de Vela por todo el apoyo y ayuda que le han brindado siempre. 

En su tiempo libre, a Baltasar le gusta leer libros de psicología, pero, sobre todo, le gusta practicar su pasión y surfear las olas ya sea en kitesurf, tabla de surf, wind de olas o paddle surf. “Si estoy más de cinco días en tierra, me estreso. En el agua consigo desconectarme de todo y concentrarme únicamente en navegar. Y cuando navego, siempre tengo presente a mi abuelo”, confiesa Baltasar