Poner oro en la copa, empezar el año con el pie derecho delante o llevar ropa interior roja. Muchas personas han puesto en práctica estas supersticiones y muchas otras para despedirse del 2022 y comenzar con buen pie el nuevo año. También son muchas las historias y leyendas que se cuentan sobre las supersticiones del mar y la infinidad de sus océanos.
¡VISITA NUESTRA TV ONLINE Y VIVE EL MAR EN PRIMERA PERSONA, DÓNDE Y CUÁNDO QUIERAS!Creencias que ayudan a los marineros a embarcarse en una nueva empresa y a sobrellevar las duras condiciones de la vida en el mar. Supersticiones que se centran básicamente en no enfurecer a los dioses para que la embarcación llegue a puerto con toda la tripulación sana y salva.
La primera de estas creencias es sobre la botadura del barco, es decir, la primera vez que se echa al mar la embarcación. Por todos es sabido que es costumbre lanzar una botella de champagne contra el casco del barco para que se rompa. Y si esto no sucede…mal augurio.
También existía la creencia de que algunas fechas traían mala suerte y en las que no se debía abandonar puerto. Como el viernes, por ser el día que crucificaron a Jesucristo o el primer lunes de abril, día en que Caín mató a Abel. En cambio, los miércoles siempre han sido considerados días favorables para la navegación.
Además, muchos son los objetos a los que se les otorga un valor simbólico. Como poner una moneda bajo el palo mayor para proteger al barco y a su tripulación. Aunque se decía que la protección de la embarcación y sus marineros recaía sobre el mascarón de proa.
En su origen, los mascarones iban dentro del barco, cumpliendo una función religiosa: primero como cabezas de animales sacrificados a los dioses, que después fueron sustituidas por tallas de madera. Finalmente pasaron a la proa, bajo la forma de algún animal totémico o alguna deidad marina, hasta que se popularizaron las figuras femeninas, por la creencia de que su visión amansaba a los dioses del mar. Si el mascaron fallaba en su cometido, y el barco naufragaba, se le cortaba la cabeza para que no volviera a ser utilizado.
Otra de las supersticiones tiene que ver con las personas a bordo de la embarcación. Resulta ya todo un clásico creer que las mujeres atraen tempestades. Pero también los curas suponían una presencia funesta, al igual que los finlandeses, que tenían fama de ser brujos capaces de hechizar el barco e invocar tormentas.
Y para finalizar nuestra historia de supersticiones marítimas… ¿Sabéis por qué los piratas llevaban un aro de metal en la oreja? Según los marineros ese abalorio alejaba las tormentas. ¿Será cierto?