Varadero Valencia también concursa por el Moll Vell de Palma

La empresa Varadero de Valencia, perteneciente al grupo IPM, competirá con Astilleros de Mallorca por la adjudicación de 120.000 metros cuadrados ubicados en los muelles comerciales del Moll Vell del puerto de Palma para la reparación y mantenimiento de embarcaciones y yates.

El plazo de entrega de proyectos para la concesión de los 120.000 metros cuadrados ubicados en el Moll Vell de Palma finalizó este lunes por la noche y, ahora todo queda en manos del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) que deberá decidir en los próximos meses el ganador de la competencia de proyectos. En caso de que no se adjudique a ninguna de las empresas que se han presentado, la APB está obligada a convocar un concurso público.

Varadero de Valencia forma parte del mismo grupo que Serveis Tècnics Portuaris (STP), empresa gestora de otros 150.000 metros de muelles y pantalanes colindantes. Astilleros Mallorca, por su parte, ocupa 23.000 metros cuadrados en el Contramuelle Mollet, en las inmediaciones del Real Club Náutico de Palma. Estas dos empresas finalizan la concesión del suelo que ocupan a finales de diciembre de 2027.

La propuesta presentada por la empresa englobada en el grupo IPM ofrece los mismos servicios que el de Astilleros de Mallorca, que incluyen varada, mantenimiento y/o reparación de barcos de gran eslora mediante la fórmula de gestión centralizada, ya que así lo exigían las condiciones de la competencia de proyectos aprobada por la APB. Fuentes IPM señalan que, de haber existido otra opción, hubieran apostado por un modelo de varadero abierto, como es el que tiene en estos momentos en gestión STP. Por el contrario, Astilleros Mallorca opera en régimen de varadero cerrado.

Las empresas náuticas especializadas en reparación y mantenimiento de embarcaciones de Mallorca apuntan que la APB no tomará una decisión en firme hasta que finalice el proceso electoral municipal y autonómico del próximo 28 de mayo. Tanto Astilleros de Mallorca como el grupo IPM coinciden en señalar en que la APB no debe retrasar su decisión, ya que montar unas nuevas instalaciones requiere, como mínimo, cinco años de trabajos.